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| (Foto obtenida de Noticias24) |
Puerto La Cruz.- Las tribunas del estadio José Antonio Anzoátegui se venían abajo. La gente saltaba, gritaba, pedían al árbitro que pitara el final. El grito contenido ante una victoria inminente. En la cancha, los jugadores de la vinotinto seguían firmes como desde el primer minuto.
El silbato del árbitro Roberto Silvera finalmente sonó y fue como si la grada se volcara sobre la cancha para abrazar y cobijar a su selección. La gente se entregó a un grupo que le demostró que está dispuesto a plantearse desafíos y luchar por ellos, por muy extremos que luzcan.
Venezuela no le había ganado a Argentina. Un historial de diez derrotas le precedía, pero la vinotinto no entró a la cancha cargando con ese peso y consiguió sus primeros puntos de la eliminatoria a Brasil 2014.
Ganarle a un grande te hace sentirte grande, pero el triunfo de la selección nacional tuvo mucho de los pequeños detalles y también de un esfuerzo inconmensurable. La batalla de ayer seguía siendo la del pequeño contra el gigante, pero ese pequeño se creció con los minutos de juego.
Buena parte del triunfo, se construyó en el primer tiempo, ese dónde Argentina se vio con más posibilidades de marcar y donde la vinotinto mostró equilibrio defensivo y un equipo compacto para detener los ataques de la albiceleste.
El encuentro tenía varias alcabalas, y los primeros 45 minutos era clave para superar etapas. La vinotinto se esforzó por mantener el arco en cero y el grupo fu solidario en la marca y la presión.
El astro Leo Messi deambuló por la cancha buscando un espacio para desarrollar su juego y no lo encontró, mientras que Gonzalo Higuaín sintió la presencia de Fernando Amorebieta quien nunca lo perdió de vista. Ambos había destruido a Chile con un 4-1 en el debut. De Puerto La Cruz se fueron secos.
El planteamiento del partido funcionó. El clima ayudó a desgastar a un rival que venía cansado, mientras que la vinotinto respondió corriendo. El descanso fue un propulsor para desplegar el fútbol, que se prodigó con creces en el segundo tiempo.
Los ataques de Venezuela generaron seis tiros de esquinas, y en uno de ellos apareció el central Amorebieta para definir de cabeza y batir al portero Mariano Andújar.
Con el 1-0 el estadio se hizo más grande, la gente parecía multiplicarse y la vinotinto se creció hasta tal punto que dominó la pelota y por momentos estuvo cerca de marcar un segundo gol.
El equipo también fue una comunión donde diez de los jugadores que estuvieron en la Copa América Argentina 2011 se engranaron con los debutantes Amorebieta, Julio Álvarez y Frank Feltscher.
La selección mantiene vivo el sentimiento que despertó en la Copa y el triunfo ante Argentina impulsa la ilusión de la clasificación a la Copa del Mundo.
Los puntos perdidos ante Ecuador en el debut siguen pesando porque el camino era el correcto, pero la vinotinto demostró que tiene con qué luchar los que disputará en casa. Ayer se sumaron tres, pero la cuenta es mucho más larga tanto como el camino del Premundial. Ahora es cuando. (Fuente: El Universal)
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Excelente nuestra Vinotinto!!! Con esfuerzo y perseverancia vamos a llegar a nuestro primer mundial.
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